sábado, 10 de noviembre de 2012

El concepto de Desarrollo Humano

Este concepto viene siendo utilizado por el PNUD desde hace dos décadas. Los informes anuales de dicha entidad, en la cual se establece el Índice de Desarrollo Humano en escala global, influyen en el hecho de que la mayor parte de las personas asocien esta noción con el PNUD. En lo esencial el concepto de desarrollo humano se refiere al proceso de ampliación de las capacidades de las personas. Este proceso implica asumir que el centro de todos los esfuerzos del desarrollo deben ser siempre las personas, consideradas no sólo como beneficiarias o depositarias de las acciones, sino sobretodo como sujetos sociales activos. Por ello, el concepto de desarrollo se asocia a la noción de autonomía, que se sustenta precisamente en la idea de que la fuente de progreso de las personas y comunidades radica en el despliegue de sus propias capacidades y en la creatividad con que ponen en común sus escasos recursos en torno a un objetivo común. Al contrario de la dependencia donde el progreso proviene de un agente externo, en el desarrollo humano autónomo o endógeno la solución de problemas y necesidades insatisfechas es producto del esfuerzo realizado por los mismos sujetos, grupos de personas y/o familias que deciden compartir solidariamente algunos pocos bienes materiales y monetarios, pero sobretodo su voluntad para salir adelante por medio del apoyo mutuo y el trabajo mancomunado.[1]

            El Desarrollo Humano considera seis factores principales, a saber:

1.                            Equidad. Se refiere a la igualdad de oportunidades que deben tener todas las personas. En el último período, se le ha dado un especial énfasis a la equidad de genero y a mejorar las oportunidades de los jóvenes.

2.                            Participación. Se refiere a libertad que poseen las personas para incidir, en su calidad de sujetos del desarrollo, en las decisiones que afectan sus vidas.

3.                            Integración. Significa la pertenencia a comunidades y grupos como una forma de enriquecimiento recíproco y fuente de sentido social.

4.                            Sustentabilidad. Es la satisfacción de las necesidades actuales sin comprometer las posibilidades de satisfacción de las mismas por parte de las generaciones futuras.

5.                            Seguridad. Es el ejercicio de las oportunidades del desarrollo en forma libre y segura con la relativa confianza de que éstas no desaparecerán súbitamente en el futuro.

6.                            Productividad. Se refiere a la participación plena de las personas en el proceso de generación de ingresos y en el empleo remunerado.



[1] A partir de estos supuestos, durante la década de los ochenta diversos profesionales pertenecientes a instituciones de iglesia y organizaciones de la sociedad civil (ONG´s) apoyaron un conjunto iniciativas sociales y actividades económicas orientadas a mejorar los problemas de producción y consumo en comunidades pobres. Para una exposición más detallada en torno a dichas experiencias, se puede consultar a: Razeto, 1982; Hardy, 1986; Raczynski y Serrano, 1986, Campero, 1987 y Rivera y otros, 1991.